Cada vez es más frecuente encontrar novios que prefieren organizar una comida tipo cóctel frente al banquete tradicional. Si es vuestro caso o no os acabáis de decidir sobre la opción que más os apetece, no os perdáis estas recomendaciones sobre cómo organizarla. Seguro que triunfáis.

Aspectos clave

Pese a que en los banquetes tipo cóctel no existe un límite en el número de invitados, lo cierto es que quedan mucho más bonitos si se trata de enlaces no demasiado grandes. Eso sí, es muy importante que tengáis en cuenta la cantidad de comensales en relación con el espacio disponible, ya que el lugar elegido tiene que ser lo bastante amplio como para que todo el mundo se pueda mover bien, de forma cómoda y sin estrecheces. Pensad que, aparte de los invitados, los camareros también han de poder circular tranquilamente, sirviendo platos y recogiéndolos, al igual que las copas vacías, pues ofrecen una imagen descuidada si se acumulan.

Por otro lado, como la mayor parte del banquete transcurre de pie y en movimiento, será mucho más agradable si se celebra al aire libre. Todo dependerá de vuestros deseos, de la estación del año en la que se celebre la boda y de la meteorología de la fecha elegida.

¿Cómo hacerlo?

Un aspecto básico en la organización de este tipo de banquetes es disponer las mesas y asientos necesarios para que los invitados puedan descansar o apoyarse y conversar. No solo tendréis el éxito asegurado, sino que podréis crear diferentes ambientes. Podéis organizarlo a vuestro gusto, pero si contáis con la ayuda de mesas altas con taburetes, alguna mesa al uso con sillas (especialmente si tenéis personas mayores o niños en la boda) o sofás con mesas bajas, no fallaréis.

Asimismo, es importante que el banquete esté pensado como tal y que la cantidad de comida sea suficiente y lo bastante variada para que nadie se quede con hambre y todo el mundo encuentre cosas que le gusten. Por ello, más allá de la comida que puedan ir sirviendo los camareros, os recomendamos que pongáis varios puestos de comida fija, tanto caliente como fría e indistintamente dulce y salada: jamón, quesos, salmón, arroces, fideuá, postres, caramelos, etc. De este modo, todo el mundo tendrá la posibilidad de probar los distintos platos o especialidades. También es buena idea montar un rincón de sorbetes para tomar entre un tipo de plato y otro. De esta manera, conseguiréis una sensación de banquete completo.

La comida que se sirva debe tener el tamaño de un bocado, lo que permitirá a los invitados comer con una mano mientras con la otra sujetan la servilleta o la copa. También se aceptan platos tipo tapa, canapé o pinchos. Lo importante es que sean raciones pequeñas. Recordad, por otro lado, que los cubiertos no suelen estar disponibles en un cóctel más que para degustar algunas especialidades que puedan necesitarlos y que normalmente serán de postre.

Un banquete más personal e íntimo

Al no existir seating plan, los comensales pueden sentarse cuando les apetece y con quien quieren, así como moverse libremente. Una solución que facilita hablar con todo el mundo, algo que muchos novios buscan cuando se decantan por celebrar un banquete de este tipo, ya que les permite relacionarse con todos sus invitados. Y estos, a su vez, pueden sociabilizar con mucha más gente que si estuvieran sentados en una mesa. E incluso conocer gente nueva. No olvidéis el dicho: «de una boda sale otra».